Ahora que dispongo de un poco de tiempo, paso a relatar lo que fue la jornada comiquera del pasado sábado 17 de mayo.
Recabando durante ese fin de semana en Blanes, aproveché para asistir el mencionado sábado a dos eventos, Graf y Salón del Cómic, a lo largo del día.
Por lo que al Graf se refiere, pude estar como público asistente a la mesa redonda sobre "Superhéroes de autor", en la que intervinieron Emma Ríos, Marcos Martín, David Aja y Javier Rodríguez.
Cual sería mi sorpresa cuando, al entrar en la sala, me encuentro frente a frente con un compañero de Pucela: Antonio Garrido, que también asistía a la charla.
Después de los consabidos "¿Como tú por aquí?¿y tú?...", nos dispusimos a presenciar el coloquio.
Personalmente, opino que tuvo momentos interesantes en los que los distintos artistas comentaron su "modus operandi" y las peripecias que llegaron a tener que pasar, incluso que siguen pasando, para poder, no solo vivir de su trabajo, sino para llevarlo a cabo con cierta holgura. Contaban como, una vez "fichados" por editoriales como Marvel, recibían las directrices para "conducir" un personaje y/o una determinada colección. Describían lo costoso que llegaba a ser, como decía Emma, sacar a la luz una serie como "Capa y Puñal", y ver que los números vinculados a las ventas se encargaban, más que cualquier otra cosa, de decidir la continuidad o fenecimiento de la misma.
En otro orden de cosas, Javier comentaba que su experiencia había ido en dirección opuesta a la que, según parece, es la evolución "normal" del devenir de un artista en el mundo del cómic: durante las etapas primigenias el dibujante trabaja para una editorial, llevando un personaje y/o serie, sin preocuparse (;-)) más que de realizar las entregas a tiempo y llevándose, teóricamente, la nómina pertinente a fin de mes. A medida que la madurez le llega, al artista le "apetece" más la idea de gestionar y crear su propio personaje y/o serie y se aventura en el viaje que ello supone: impresión, edición, distribución,... invirtiendo no solo su tiempo sino su propio dinero para, muchas veces, no obtener el resultado deseado.
Como decía, Javier Rodríguez comentó que su experiencia era, precisamente, a la inversa: había cruzado ese desierto que supone el "cómic de autor", pasando por todos los estadios y tareas para llegar al momento actual en el que, según el propio Javier, "gozaba" a su madurez de trabajar con el personaje de Spider-man y, sobre todo, sabiendo que podía contar con su nómina a final de mes.
La sesión duró alrededor de dos horas y, a pesar de que tuvo momentos de especial interés, creo que se podría haber reducido su extensión, ganando por ello algo más de intensidad, que se desvaneció a lo largo de la última parte de la misma. Esto redundó en un apagón por parte del público, del que apenas surgieron unas escasas cuestiones en el turno de preguntas que el moderador dispuso al final de la mesa.
Podeis encontrar toda la charla aquí (Facebook del Graf)
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